ESCALA EVOLUTIVA DE LOS NIVELES DE VÍNCULO HUMANO. ROLANDO TORO ARANEDA

La forma en que los individuos se vinculan con sus semejantes ha cambiado a través de la historia. Originalmente las formas de vínculo fueron solidaria y orgánicas; el instinto de vínculo intra-especie y la necesidad sobrevivencia banja de salida conducían naturalmente a la convivencia.

El vínculo entre hombre y mujer era complementario y no autoritario. La relaciones con la naturaleza y el cuidado de los niños daban a la mujer un lugar especial dentro de la comunidad; la curación, los alimentos, los rito de fertilidad y recolección eran preferentemente femeninos. La caza, la protección del territorio y la fabricación de herramientas era tarea de los hombres. El hallazgo de la llamada “Primera Venus de Wilendorf” (30 mil años A.C.), destaca en la mujer sus órganos de reproducción y sus pechos nutricios, parecen confirmar esta hipótesis.

Con la aparición del Patriarcalismo surgió el autoritarismo y el machismo.

La evolución de las relaciones humanas entró en un proceso de decadencia a través de los siglos.

El Panteísmo, que se manifestaba en el vínculo cósmico con las divinidades de la naturaleza, pasó a ser reemplazado por las religiones con dioses antropomórficos. El miedo a los dioses terribles condujo a la creencia de que había que aplacarlos mediante sacrificios y sufrimientos; esta estructura religiosa se conserva hasta nuestros días.

Actualmente el vínculo humano es egocéntrico, se caracteriza por la explotación y el asesinato. Las actuales guerras han alcanzado una destructividad sin precedentes. Las Instituciones Estatales, como la UNESCO y la ONU, las Conferencias de Paz han propuesto formas de regulación de la violencia, leyes, conceptos deontológicos y morales, pero han fracasado espectacularmente; la obscenidad bélica continúa en presencia del mundo.

En este texto deseo dar una visión aproximada de la evolución de las formas de vínculo interhumano. Esta escala de vínculo es incompleta, pero nos permite ver con claridad la naturaleza de los cambios:

1. Individualismo

La noción filosófica del individualismo surgió en Gran Bretaña, con las ideas de Adams Smith y Jeremy Bertham.

A menudo se ha concebido al individuo como un “átomo social”. Esta idea se relaciona con el liberalismo económico, en el que existe libertad para desenvolver la existencia con independencia del resto del mundo. La especulación económica se practica a nivel mundial. El individualismo fue conceptualizado por Alexis Toquerville.

Existe un abismo entre la “mismidad” y la “alteridad”, descritas por Ortega y Gasset. Esta forma de vínculo individualista es la más corriente, sus consecuencias son la agresividad, la soledad, la injusticia y el sufrimiento que abarcan millones de seres humanos.

Individualismo y autoritarismo van juntos.

Teodor Adorno describió rigurosamente la personalidad autoritaria, sus características y efectos sociales y políticos; basta mencionar los regímenes autoritarios en los que seres humanos son descartables.

En el racismo, la percepción del Otro como criatura sagrada humana no existe. Su vida es propiedad del estado. El holocausto judío constituye la expresión extrema del racismo, los gulages rusos, el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki representan la más bárbara visión del ser humano y la acción de grandes psicópatas.

En la perspectiva psicológica y psicoterapéutica, el individualismo se ha asociado a la autorreferencialidad, a la confianza en sí mismo, a los mecanismos de defensa, a la libertad para decidir, a la autonomía y al derecho de propiedad. En esta línea, la noción de vínculo no existe, las personas son cosificadas. Así por ejemplo, los individualistas consideran a la persona amada como su propiedad.

Fritz Pearls sintetizó en su famosa oración, el espíritu individualista del vínculo con la psicoterapia:

“Yo soy yo y tú eres tú

No estoy aquí para satisfacer tus expectativas

Ni tú estás para satisfacer las mías.

Si nos encontramos, bueno.

Si no nos encontramos, no pasa nada”.

El individualismo está en la escala más baja de la evolución de vínculos.

2. Personalismo:

El personalismo consiste en la capacidad de ciertos seres humanos de “hacer resonar su voz a través de la máscara”. Etimológicamente la palabra “persona” deriva de “máscara”. Los actores griegos hacían resonar su voz a través de una máscara durante la presentación de tragedias.

En el personalismo surge la condición protagónica de un individuo que “se hace oír” por sus características personales o su capacidad de representar un personaje.

La personalidad, según Sócrates, es más representativa que el Ser. La persona está más allá del ser, del cosmos y del estado.

Leibniz proponía que “la persona es una criatura racional con el sentimiento de ser dueño de sus propias acciones”.

Kant expresaba que “el individuo está sometido a leyes propias establecidas por su propia razón”. La personalidad es la capacidad de ejercer su libertad como un ser racional, que posee reglas morales propias. Kant, no obstante, insiste en la importancia de lo ético como algo inherente al individuo.

La libertad de acción significa tener independencia frente al mecanismo de la naturaleza entera; no hay integración con el cosmos.

Max Scheler también fundamenta sus actos en sí mismo. Piensa que la persona no es un ser natural o dependiente de un espíritu cósmico. El hombre tiene un lugar “frente” al Cosmo. Scheler elaboró filosóficamente los conceptos de simpatía y empatía. Ser simpático significa ser agradable y receptivo; no existe, sin embargo, un compromiso afectivo profundo.

3. Prioridad del nosotros y del diálogo:

Martin Buber, Paulo Freire, Pichon Riviere han dado un paso importante en la evolución del vínculo. Reconocen en el ser humano “un ser relacional”. Proponen el diálogo afectivo, el juicio crítico y la práctica de una educación para la libertad y la justicia social.

Esta apertura representa un avance en la escala evolutiva del vínculo humano.

La teoría del diálogo se orienta, en estas autores, principalmente a la comunicación verbal afectiva y solidaria.

No obstante, la ciencia ha descrito actualmente otros “lenguajes silenciosos”, como el diálogo de las caricias, el diálogo psicotónico de Fast, el diálogo gestual y el diálogo de la mirada. Se ha podido medir la influencia de estas diversas formas de diálogo en el sistema hormonal e inmunológico. El abrazo y las caricias son formas dialógicas nutricias y terapéuticas.

Martin Buber ha llamado la atención sobre la profunda importancia del erotismo del diálogo.

4. Expresión de la identidad con el Otro:

Jean Piaget ha revelado que la identidad sólo se manifiesta y desarrolla en relación con otras personas. El “Otro” es indispensable para la expresión recíproca de potenciales. Los sistemas solipcistas no tienen efectos en el crecimiento existencial.

El Otro es un factor del ambiente ecológico enriquecido que en la convivencia estimula la expresión de la identidad. En Biodanza se estimula el vínculo interhumano en sus múltiples aspectos y se aprende a calificar al Otro, a valorizarlo afectivamente y a celebrarlo con amor.

Piaget plantea la paradoja de que para ser único es necesario ser con otros.

5. Empatía:

La empatía es la capacidad de percibir y comprender los estados mentales de otra persona. Es una condición indispensable para el desarrollo social y está profundamente radicada en nuestro cerebro.

Theodore Lips fue el primero en desarrollar el concepto de empatía.

Inicialmente lo aplicó en la experiencia estética frente a una obra y propuso establecer la relación entre artista y su obra.

En psicología y neurociencias el término se refiere a “la capacidad de percibir, imaginar y comprender directamente el estado mental y comportamiento del Otro”; es, en el fondo, ponerse en lugar del Otro. La empatía permite reconocer al Otro como Semejante.

La incapacidad de reconocer en Otro una emoción corresponde a la incapacidad de probarla en sí mismo.

La empatía no consiste solamente en percibir la emoción del Otro, sino que puede también simular la sensación.

El cerebro masculino muestra una capacidad empática menor que el femenino.

Otros pensadores que han estudiado a fondo el fenómeno de la empatía son:

Edith Stein, S.M. Avenanti, V. Betty.

Hoy día la empatía es un tema intensivo en relación con las células cerebrales en espejo. La empatía puede cultivarse por una educación adecuada.

La empatía es una facultad del inconsciente vital, una forma de resonancia neurológica de coherencia con la identidad del Otro; constituye una capacidad visionaria en la que participa tardíamente la conciencia.

Escuchar y adivinar lo que sucede en el Otro constituye un fenómeno de expansión de conciencia y una forma de vínculo evolucionada.

6. Epifanía del encuentro:

El filósofo Emmanuel Levinas ha revelado la más elevada forma de vínculo,

“la mirada a los ojos”; el éxtasis de fusión con el otro; se trata de llegar a ser uno con el otro. La relación interhumana no es asimétrica como en la empatía. Es un vínculo recíproco con el “Otro-infinito”, con el extraño a quien nunca se conoce totalmente.

El Otro se hospeda y es hospedado a su vez recíprocamente a través del enfrentamiento cara a cara; es la aproximación absoluta en el mundo privado del extraño. A través de una mirada, ambos alcanzan la unión de lo sagrado en un acto de epifanía y éxtasis.

Levinas, según pienso, ha descrito el nivel más evolucionado en la escala del vínculo.

Síntesis escala evolutiva del vínculo

1. Individualismo anárquico (Max Weber, Fritz Perls): Yo soy yo frente al otro y al cosmos.

2. Personalismo y colectivismo (Stalin, Hitler): Escuchar mi voz a través de la máscara. Peligro de informaciones falsas o tóxicas. Liderazgo autoritario.

3. Prioridad del “nosotros” y del diálogo:

4. Nutrición recíproca de la identidad con el Otro (Jean Piaget, Psicología y epistemología de la identidad): Permite la expresión de los potenciales.

5. Empatía (H. Lips, Edith Stein): Ponerse en el lugar del otro.

6. Epifanía del encuentro (Emmanuel Levinas): Unir lo sagrado de sí mismo con lo sagrado del Otro.

Nota: A partir del cuarto punto de la escala evolutiva del vínculo, comienza el progreso de las relaciones entre humanos. Los tres primeros escalones son disociativos y altamente destructivos. Los siguientes son integrativos. Estos niveles de vínculo integrativos son estimulados por el Sistema Biodanza.


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